Los lagartos son una fuente natural de mucho valor. La primera vez que se les recolectó en Luisiana en gran número fue a principios del siglo XIX. Su piel se usó para fabricar botas, zapatos y monturas; el aceite, para engrasar las máquinas de vapor y de las desmotadoras de algodón. Los lagartos de Luisiana se utilizaron para fabricar zapatos y monturas para las tropas de la confederación durante la Guerra Civil Norteamericana. De hecho eran de tanto valor que se les atrapó y se les cazó hasta casi extinguirlos.

Los lagartos estuvieron en la lista de especies en peligro de extinción en 1967, pero mediante la investigación y las recomendaciones para su manejo desarrolladas en el Refugio Rockefeller, se le retiró de dicha lista en 1987.

Ahora Luisiana tiene una época de lagarto salvaje en la que se recolectan hasta 35000 lagartos durante el mes de Septiembre anualmente. El estado de Luisiana también tiene un programa de cría de lagartos, el cual permite a las personas recoger huevos de lagartos en tierras privadas, incubar los huevos y luego criarlos hasta que llegan a entre 3 a 5 pies de longitud/largo.

Entonces, se le pide al criador que suelte un porcentaje de los animales. El porcentaje restante lo puede vender. De los lagartos en Luisiana se genera anualmente un monto mayor a los $20 millones.