Como todo viajero, las aves migratorias deben parar para descansar y alimentarse. Pero sus viajes hacen que la excursión por el Camino Forestal Criollo paresca dar una vuelta a la manzana. Algunas aves viajan durante días, cubriendo miles de kilómetros sin parar.
¿Por qué es Peveto Woods tan crucial? Porque Luisiana se sitúa en el centro de la vía de las aves migratorias que cruzan el Golfo de México. Millones de aves migratorias atraviezan por la costa del Distrito de Cameron en la primavera y el otoño. A dichas aves se les llama emigrantes neotropicales porque mientras pasan las épocas de anidación en Norteamérica, pasan el invierno en América Central y del Sur. ¿Podría imaginar como esas pequeñas aves, montoncitos de plumas en movimiento, de 5 pulgadas (12.7 cm) desde el pico hasta la cola que pesan sólo media onza (14 gramos), con pequeñisimas alas en vuelos de más de 500 millas (800 km) sin alimento ni descanso?

Peveto Woods es la primera parada de descanso disponible para estas migrantes de largas distancias. Según los científicos, estos vuelos de larga distancia equivalen a lo que un ser humano recorrería ¡corriendo sin parar una milla (1.6 km) cada 4 minutos durante 80 horas! Estas aves pasan tiempo esencial aquí en Peveto Woods, alimentándose vorazmente para recuperar fuerzas para el siguiente trecho del viaje.
Los investigadores estiman que alrededor de dos millones de estas pequeñas aves canoras con necesidad de alimento, descanso y albergue usan este refugio anualmente.

A Peveto Woods lo utilizan otras criaturas aladas, especialmente las mariposas monarca en su largo viaje para invernar en México así como otras revoloteadoras tales como la fritilaria del Golfo, crescents de la perla, mariposa de la reina, mariposa pavo real y una variedad de mariposas que incluyen la de cola de golondrina, Swallowtail de Spicebush, cola de golondrina tigre, Swallowtail de la cebra y la cola de golondrina pipestove. Los árboles en Peveto a menudo están llenos de alas ondeantes.