El Clima
La belleza de la marisma generalmente es delicada. Deberá observar muy de cerca una hoja o una libélula para notarla. Pero la belleza de los anchos cielos sobre la marisma puede ser espectacular. Aquí en los humedales hay pocos árboles y no hay lomas o edificios que bloqueen esta espaciosa vista.
El suoreste de Luisiana se considera de “clima subtropical”, pero como dijo Mark Twain: “El ambiente es lo que esperamos, más es el clima que obtenemos”. Además escribió; “Durante la primavera conté 136 diferentes tipos de clima en un período de 24 horas”. Pudo no haberse referido específicamente al suroeste de Luisiana, pero esa observación ciertamente aplicaría aquí, y el cambio del clima es ciertamente una bendición. Los cambios climatológicos nos permiten ver el paisaje de una forma diferente, y vernos nosotros mismos de una forma diferente también, pues el clima cambia el ánimo del ser humano y de la marisma.
Los cielos azules despejados causan que se eleve el espíritu, aunque las nubes le dan belleza, interés e inspiración. Ante su mirada se forman majestuosas nubes en forma de yunque; algunas conteniendo tanta energía como una bomba atómica. Pasan rápidamente por el horizonte llevando consigo una cierta cortina de lluvia azul grisásea. Despliegues de relámpagos se lanzan con fuerza por el oscuro pedestral de las nubes de tormenta. El cúmulo en forma de bola de algodón que pronostican buen tiempo producen sombra que se desliza sobre la marisma, llamando a señas a los viajeros a que las acompañen en su trayecto. Los amaneceres y atarcederes cuelgan como fondos multicolores en los escenarios de este subestimado paisaje.